La envidia del gato...

Tengo envidia de los gatos, porque no necesitan más que lo que ellos pueden conseguir. Que no extrañan compañía alguna que no sea la soledad, que no lloran ninguna pérdida que no sea su propio dolor. El último viajero genuino, que no espera por nadie, que no necesita nada sino sus cuatro patas. Que a pesar de la distancia de sus viajes, solo respira para regresar a su hogar. Encontrar mi lecho en donde me agarre el sueño, y regresar a mi territorio demarcado después de mis viajes. Lamer solo lo que me apetece y que mi lengua sea un arma capaz de rasgar. Que mi cabello me proteja del frio y que cuando apriete el invierno pueda rozar alguna piel caliente. Poder vivir con la oportunidad de nueve vidas y disfrutar cada segundo de mis partidas. Ser hija de la naturaleza y vivir de ella. Que mi norte este indefinido y mi única preocupación sea defender mi territorio. Vivir para mí y morir para mí, el último viajero egoísta…