domingo, 28 de marzo de 2010

Otra vez sola...

Otra vez sola, derramando lágrimas que se pierden en la almohada, que se secan en mi cara, que se arrastran por el suelo, en el silencio de la habitación. Otra vez enfrentándome al mundo sin nadie a mi lado, sin protección, sin ganas. Siempre la fuerte, la de la frente en alto, la que aparenta fortaleza y se le escapa debilidad en forma de agua salada de vez en cuando. La que sufre en silencio, la que llora a escondidas, la que colorea sus tristeza de sarcasmo, de risas falsas, de ironía. Que fachada más absurda me he construido, que mecanismo de defensa más ineficaz, ya no me sirve de nada.
Me esta llevando el remolino poco a poco, dentro de el se encuentra mi felicidad ya muy ahogada. Lucho contra la corriente, otra vez sola, como siempre, como todos los días de mi vida. Se me rompió el carapacho, el caracol queda descubierto, a la intemperie, víctima de todo aquel que quiera lastimarlo. Ya no encuentro como ponerme de pie, los adjetivos que he soportado me van quitando la energía a cuenta gotas.
Me amarro fuerte a los recuerdos, me instalo, me acurruco en ellos para chuparles el cáliz de lo bonito y revivir. Se me acaban las memorias, no se como obtener nuevos elixires. Mi único soporte en esta carga es tu presencia y me has dejado sola otra vez. Siempre te rodeas de gente, siempre has tenido alguien donde recostarte y llorar, yo solo te tengo a ti y me dejaste sola, otra vez. No te culpo, no es fácil cargar con mi tristeza, con mis mentiras, con mis reclamos, con mi mierda, no te lo pido tampoco. Solo añoro que me sostengas la mano cuando siento que caigo, que abraces fuerte cuando lo necesito, solo quiero que recojas la lagrima que cae sobre mi mejilla cuando te pienso. Se me caen al cuello, me bajan por el pecho, se desintegran en mi piel, nadie nunca las toca, solo yo. Me baño con ellas mientras escucho como tu las cultivas también, no te prometí la tristeza pero parece que venia incluida en el paquete.
Ya no me hinches más los ojos soledad, no me enrojezcas la nariz, cambia de paisaje, ya te has quedado demasiado tiempo aquí. Devuelve mi sal, el brillo de los ojos, la sinceridad de mis sonrisas, devuelve lo que solía ser antes de tú estar conmigo.

1 comentario:

Noelia dijo...
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